martes, 9 de agosto de 2011

RESCATANDO NUESTRA HISTORIA


FIESTA DEL MAIZ

La fiesta del Maíz es una celebración que se ha convertido en casi un tributo a la cultura maya y Azteca que fueron las culturas del centro de América que lo descubrieron y cultivaron. Maíz significa “lo que sustenta la Vida”, los especialistas ubican su origen en México  desde donde se extendió para el norte y el sur del continente.  Hasta la fecha se tienen hallazgos de 7,000 años de antigüedad, que dan testimonio de la utilización del maíz como base del sustento alimenticio.

Para las culturas nativas el maíz es el regalo de los dioses a los humanos para su alimentación. La valoración del nativo hacia el maíz dio origen a un sin número de ceremonias religiosas que les llevaba hasta realizar sacrificios humanos como ofrendas vivas por los cultivos de maíz.

El Libro del Popol Vuh nos da una clara idea del significado que para ellos tenía el maíz, pues sostiene que la carne y la sangre de los primeros hombres, fue de maíz.  Los Nativos lo consumían básicamente solo de dos maneras, como tortillas “tlaxcalis” y los tamales “tamali”, después hacía atoles como el atol Shuco, el chilate, el atol de elote.  En la actualidad tenemos una inmensa variedad de derivados del maíz, tanto a nivel artesanal como a nivel comercial e industrial, de manera que ahora las tortillas y los tamales se venden empacadas en los supermercados.
La Iglesia Luterana en El Salvador, reconoce que el ser iglesia no significa abstraerse o rechazar los rasgos culturales que dan identidad a cada pueblo, por esa razón, todos los años el 6 de agosto por la tarde realiza la “fiesta del maíz”  a la que se invitan a los miembros de la Iglesia que deseen asistir, así como también; a todas las delegaciones que nos visitan y que han caminado con nosotros en el gran “Encuentro Nacional de las Comunidades”, a tomar juntos un vaso de atole acompañado de un delicioso y granado elote. Como cristianos también damos gracias a Dios por el maíz, porque continúa siendo la base de sustento de nuestra alimentación. Somos pueblos de la “Cultura del Maíz”.